“¡Ya tenemos ganador…!”
Escrito por el Gordo Cebollas.
A mis queridos lectores les quiero contar el porque no apareció la Columna tantos días. A los que no lo saben, Don Rubeleone me corrió del trabajo.
Les cuento lo ocurrido:
Después de una semana de publicada la Columna: “La rifa de un refri”, Don Rubeleone me mandó llamar para una junta en el edificio de Red Deportiva Central.
Llegué diez minutos antes de la cita y por la cara que tenía Lupita supe que algo no andaba bien.
Me hicieron pasar a la sala de juntas y allí estaba el Ingeniero Cacho en funciones de jefe de recursos humanos, y el abogado de la compañía Luca de Brassi.
Poco después entró Don Rubeleone con cara de pocos amigos, bueno siempre ha tenido esa cara y pocos amigos.
-¡Gordo esta vez se te pasó la mano!
-¿Qué hice?- respondí yo a la defensiva…
-Con esa actitud no va arreglar nada –atajó el abogado.
-¡No tengo idea de lo que están hablando! –insistí.
-La semana pasada publicamos su nota del sorteo de un refrigerador y hemos recibido cientos de mails quejándose de que no publicamos el nombre del ganador, y que quieren la devolución del dinero!
-¿Qué dinero?
-El que pagaron por los boletos de la rifa.
- ¿A quién le pagaron?… ¿Está bromeando verdad?
-¡Bromeando! Es un fraude que les va a costar la cárcel…
-¡A la cárcel! ¿Yo? ¡Pero si no hice nada!
-Su amigo es un delincuente con antecedentes penales… robo, estafa, conducta indecente, peleas callejeras. Su asociado es un estuche de monerías…-dijo el abogado.
-Oiga, el Zapatos no es mi asociado… y me están enredando…
-No cuesta mucho trabajo- agregó Luca.
-Yo no tengo nada que ver en todo este asunto…
-¡Hay que aclararlo ahora mismo! –gritó Don Rubeleone.
En ese momento entró Lupe con cara de susto.
-Señor su cita de las once lo espera…
-¡Cita!… ¿Qué cita?
-Dice que se llama el señor Zapatos Blancos…
-¡¿Está aquí ese sinvergüenza?!
-Afuera señor…
-Hágalo pasar…
El Zapatos entró vestido con un traje morado, corbata verde y zapatos de charol.
Saludó a todos los presentes y le pidió a Lupe un café con crema y tres de azúcar.
-¿Zapatos me puedes explicar lo de la rifa? –me adelanté yo.
-A eso precisamente venía a hablar con Don Rubicone
-Rubeleone.
-Como quiera. La rifa se efectuó hace una semana y aquí está el nombre del ganador…
Le extendió una hoja de papel a mi jefe, que se la pasó a su vez al abogado.
-¿Y el premio? –preguntó el abogado.
-¿Y éste quién es? –preguntó el Zapatos…
-El aboganster de la Compañía –dije yo…
-El premio está camino a la residencia del ganador, la mandamos por la Agencia de Envíos Caribeños, y llega en siete meses.
-¡Siete meses!
-Ya sabe cómo son esos isleños de la Dominicana: “primero la fiesta y después la siesta”… Aquí está el recibo con el tracking number …
-¿Y Los cinco mil dólares de la venta de boletos?
-De eso quiero hablar con ustedes –confesó el Zapatos… porque no fueron cinco mil dólares…
-¡Como que no! –gritó el abogado, poniéndose de pie.
-No –contestó el Zapatos- no fueron cinco, fueron doce mil trescientos cincuenta dólares. Aquí los traigo… Menos cuatro mil de gastos de regreso, mi comisión es mil bolas, al gordo le tocan otros mil… y a Usted Don Rubiliones le quedan seis mil y feria… Al abogado cara de perro dele algo de feria para que no se lleve el cenicero.
-¡Oiga esto es una fortuna! –dijo sorprendido Don Rubeleone.
-Por eso vine, para proponerle que de ahora en adelante hagamos un sorteo semanal empezando por una playera autografiada del Chicharito, la próxima semana.
-¿Esa playera es real?
-¿Quién se va a dar cuenta? -contestó el Zapatos y después de esa frase nos corrieron de la oficina, por sugerencia del abogado.
Yo recuperé mi trabajo y dentro de la columna se anunciara cada semana lo que vamos a sortear. Las ganancias se decidió irán directo a la “Fundación Huerfanitos y Huerfanitas de Huntington Park” que dirige el honesto y muy preocupado por la comunidad de feligreses que no tienen madre, el padre Benito de Jesús, párroco de la iglesia del Sagrado Miembro.
Y así todos felices…
GC
PD: La próxima columna hablaremos del tenis de mesa y se rifarán las paletas del campeón mundial Chin Chon Yah. El señor De Brassi abogado de la Compañía será el responsable de comprobar los certificados de autenticidad de las piezas rifadas, y para los ganadores estará disponible la entrega del premio al día siguiente… con un módico recargo.
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